martes, 7 de junio de 2016

COMO PONERTE EL AUTOBRONCEADOR SIN MORIR EN EL INTENTO

 Este año que ha llegado el calor tan tarde y el sol te abrasa la piel en cuanto te descuidas, no veo el momento de ponerme morena, o de ponerme una falda con las piernas tan blancas. Y no tengo ganas de ponerme bajo una cabina de rayos UVA. Así que buscando una alternativa más saludable, me acordé que el gel autobronceador es una buena opción  para ir adquiriendo un tono de piel deseado hasta que te pones morenita, o hasta que tu quieras. Ojito, que lo único que hace es cambiar el color de tu piel, pero no te protege de la radiación solar. Os explicaré como hay que ponerse el autobronceador sin que salgan manchas antiestéticas.

Lo primero que hay que hacer es usar un exfoliante en la zona del cuerpo donde queramos aplicarlo. Primero hay que humedecer la piel,y luego aplicar el exfoliante dando un suave masaje en movimientos circulares.

Lavar con abundante agua, y ayudar con un suave masaje para eliminar cualquier rasto del exfoliante.

Si queremos aplicar el gel autobronceador en la cara, te aconsejo que la mezcles con un sérum o tu crema hidratante a partes iguales. Y aplicarla con cuidado, extendiéndola bien y de forma homogénea. Así también nos aseguramos que no nos pasamos del color, y al día siguiente, si quieres puedes repetir la misma operación.

En el caso de una zona grande del cuerpo, como las piernas, mezcla el autobronceador con la crema hidratante a partes iguales y extiéndela de forma homogénea. Y luego lávate bien las manos, y tarda en vestirte 20 minutos, hasta que se te haya absorbido bien la leche.
De hecho, este año el gel autobronceador de Avène ha mejorado la textura, haciéndolo más fluído. Aporta un efecto satinado, no pegajosos. Es de rápida absorción. Para cara y cuerpo. Indicado para pieles sensibles. Da un color natural, y el color se va con la renovación celular, no cuando te duchas. Pruébala, no te arrepentirás.
Evitar el contacto con los ojos. En caso de contacto con los ojos, aclarar con agua.





FUENTE:
Pierre-Fabre

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